miércoles, 9 de julio de 2008

EL VERDADERO DISCIPULADO DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


El discipulado verdadero de acuerdo a la palabra
Por muchos años hemos aprendido que todo creyente debe crecer madurar, multiplicarse, y aun cuando muchas iglesias han separado el discipulado de los ministerios y el crecimiento de la iglesia y se conforman con dar una simple estudio básico para bautizar a los creyentes, la mayoría del crecimiento del creyente es individual, sin ningún tipo de discipulado por causa de la falta de cuidado de los lideres a sus miembros y esto es también a causa de que hay mucha falta de disposición de los mismos creyentes a cambiar su viejo modo de vida y aceptar dar su tiempo para el discipulado que les haga crecer en cristo en guianza.

Pero pensemos en esta anécdota: Tenía toda la apariencia de una piedra común. Estaba redondeada, y era de color gris. Parecía una papa, y por cierto, “papa” la llamaban. La piedra estaba de venta en una exposición de minerales poco comunes en Plano, Texas. Un hombre la compró por diez dólares, se la llevó a su casa y la cortó con una sierra. Dentro de la piedra, tosca y vulgar, había un zafiro de 1.154 quilates. Cortado y pulido por John Robinson, pulidor profesional de piedras preciosas, el zafiro adquirió un valor que nadie pudo haber imaginado: ¡tres millones de dólares! ¡Es un zafiro absolutamente fantástico —exclamó Robinson—, el mejor que he visto en mi vida! Una vez más se dio el caso que, dentro de una piedra que al parecer no tenía ningún valor, que los muchachos usarían para arrojársela a un perro o lanzarla por los techos, se escondía otra piedra, una piedra preciosísima que tenía un valor fabuloso. Así somos nosotros, solo que a muchos les cuesta disciplinarse y obedecer para ser lo que Dios y disciplinarnos a nuestros pastores para un discipulado. Ellos fueron puestos para que crezcamos y Dios les tomara cuentas. ¿Quieres ser un zafiro o una simple roca?

¿Como era el discipulado en los tiempos bíblicos o con Jesús?
Hay muchas y muy diversas opiniones acerca del discipulado, pero debemos ver cual es la más acercada al discipulado que menciona la palabra especialmente en el Nuevo Testamento.

¿Qué era discipular en el tiempo de Jesús?
El tipo de formación personal que Jesús les dio a sus doce discípulos era familiar para los judíos de su tiempo. Puede que también nos sea útil hoy si lo miramos con detenimiento. Hace varios años, le preguntaron a Billy Graham: "Si usted quisiera ser el pastor de una gran iglesia en una ciudad importante, ¿cuál sería su plan de acción? ¿Qué haría?". Graham respondió: "Convocaría a un pequeño grupo diez o doce hombres alrededor mío para reunimos unas horas por semana... y estudiar la Palabra, orar, y modelar nuestras vidas, esto es pagar el precio del crecimiento.
Compartiría con ellos todo lo que tengo durante algún tiempo; luego tendría, en efecto, doce ministros de verdad en la congregación, ellos podrían, a su vez, tomar a otros hombres y enseñarles. Conozco iglesias que lo están haciendo y eso está revolucionándolas y haciéndolas crecer, no solo en numero sino en Verdad".
Como cristianos modernos, cuando pensamos en "discípulos", tendemos a pensar sólo en aquellos doce de Jesús. Pero el Nuevo Testamento se refiere también a los discípulos de los fariseos y los de Juan el Bautista entre otros (Mt. 9.14, 22. 15-16; Mr. 2.18; Le. 11.1).
En aquellos tiempos, la relación maestro-discípulos era, entre los judíos, forma más común de preparar a los hombres para los roles de liderazgo cristiano. A pesar de que la palabra griega para discípulo quería decir simplemente "alumno", en el Nuevo Testamento tienen siempre una mayor connotación.
Los discípulos a los que se alude en el Nuevo Testamento eran, más bien aprendices. En el Nuevo Testamento usa también el término discípulo para todos los que creen en Jesús, de modo que la palabra es usada de dos formas: una, en forma especial para aquellas personas que seguían a un maestro a todas partes, en una relación explícitamente de formación como aprendiz, y otra, para denominar a todos los que aceptaban a Jesús y se convertían en cristianos.
El no reconocer estos dos sentidos de la palabra discípulo en el Nuevo Testamento ha sido una fuente de confusión para muchos, especialmente al interpretar Mateo 28: "Id y haced discípulos a todas las naciones". Algunos concluyen que todo cristiano debería ser discipulado en la misma forma que los doce. Otros, queriendo cubrir la necesidad de formación e instrucción que tiene todo nuevo cristiano, han aplicado el término "enseñanza del discipulado" a la enseñanza simple y básica del evangelismo, mas que al llamado a un compromiso total. En consecuencia, se ha desarrollado un concepto del discipulado, diluido, que tiene sólo un leve parecido con aquella relación de Jesús con sus discípulos.

En los tiempos de Jesús de acuerdo a un artículo titulado “Las relaciones entre maestro y discípulo en la Era Talmúdica”, de Moisés Aberbach. El autor escribe: lo que llama la atención sobre el modelo de educación rabino-discípulo es en cómo estaba ligada la enseñanza a una relación personal, de compromiso, entre el estudiante y el maestro. A pesar de que se conocía el aprendizaje autodidacto, se lo desaprobaba, ya que podía terminar en aberraciones.
La enseñanza que recibía un discípulo de su maestro era mucho más que un estudio académico e iba mucho más allá del aula de clase. El discípulo pasaba el mayor tiempo posible con su maestro y a menudo vivía con él en la misma casa. Aberbach el maestro judío que escribe este articulo dice: "Se esperaba que los discípulos no sólo estudiaran la palabra y todas sus ramificaciones, sino también que se familiarizaran con un tipo específico de vida, lo que sólo podía realizarse estando constantemente pendientes de su maestro... Los rabinos enseñaban tanto con ejemplos como con preceptos.
Es por esto que los discípulos necesitaban anotar tanto los hábitos y conversaciones diarias de su maestro, como “su enseñanza". Los alumnos trataban a sus maestros con la mayor deferencia y respeto. "Seguir" a un maestro significaba aceptar su enseñanza, pero cuando lo acompañaban, se suponía que los discípulos caminaban literalmente detrás de él, hacia un lado o el otro. Los alumnos también servían a su maestro en muchas formas prácticas, desde acomodar los bancos en el cuarto de enseñanza hasta cocinar; también el ayudarlo en las casas era un servicio comúnmente asociado con el discipulado.
El resumen estándar de las responsabilidades del discípulo era que todas las obligaciones que él tenía con su padre, le correspondían para con el maestro. Después de completar sus entrenamientos, se esperaba que los discípulos se convirtieran en maestros y transmitieran la enseñanza recibida a otros.
Cuando examinamos los evangelios a la luz de esto, podemos reconocer varias cosas que nos son familiares. Jesús se ocupaba de que sus discípulos aprendieran estando con El y observando lo que El decía y hacía. Ellos vivían con El y viajaban con El. Era una relación de compromiso. Los discípulos de Jesús dejaban a sus familias, amigos y ocupaciones para seguirlo y aprender de El. Las costumbres respetuosas que caracterizaban a las relaciones de los rabinos y sus discípulos se dieron también entre Jesús y los doce. Los evangelios indican que los discípulos de Jesús le servían de varias maneras: comprando comida, preparando la pascua y pagando el impuesto del templo, por nombrar unas pocas instancias (Jn. 4.8, Mt. 26.17, Mt. 17.24-27).

Vemos la misma meta en la relación de Jesús con sus discípulos. El desea que ellos entiendan y transmitan sus enseñanzas y que, en un cierto sentido, tomen su lugar, "un discípulo... después de que se ha preparado bien, será como su maestro" (Lc. 6.40 BDLA). "Como me envió el Padre, así también yo os envío". (Jn. 20.21) "El que a vosotros oye, a mí me oye, y el que a vosotros desecha, a mí me desecha" (Lc. 10.16).
Por supuesto que la relación de Jesús con sus discípulos se diferencia en formas diversas e importantes de las relaciones de otros rabinos con sus discípulos. El requería de sus seguidores más de lo que cualquier rabino se hubiera atrevido a pedir; por otra parte, El pretendió que sus discípulos tomaran totalmente su lugar (Mat. 23.8-10).ya no vivo yo mas vive cristo en mí (Gal2:20). "Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo" así que:

¿Qué tipo de piedra esperas ser? Ojo ¿Te dejaras moldear de la mano de Dios?